Existe numerosa evidencia sobre los beneficios del espacio verde en las ciudades. No obstante, estudios internacionales señalan que existen diferencias de disponibilidad y calidad del espacio verde entre la población de altos ingresos y la de bajos ingresos. En las ciudades del sur global esto es agravado por altas densidades y el déficit de espacio verde.
En Bogotá existe una menor disponibilidad de espacio verde y servicios ecosistémicos para los grupos de menor ingreso, pero no se han evidenciado diferencias en términos de calidad. En concordancia, se consultaron reseñas públicas de Google Maps obteniendo datos sobre el uso y percepción de 636 parques en la ciudad. Los resultados señalan que la percepción de calidad está más relacionada con las condiciones sociales y del entorno que con los indicadores cuantitativos, y que también es mejor en las zonas de alto ingreso. Paradójicamente, los grupos de mayor ingreso parecen utilizar menos el espacio público verde y tienen diferentes preocupaciones que los otros grupos. Estas se enfocan más en la seguridad y el uso por parte de animales, mientras que los grupos de menor ingreso mencionan con mayor frecuencia la práctica de deportes y utilizan con más intensidad el espacio verde, especialmente en las noches.