El bienestar se refiere a un estado positivo en el que se satisfacen necesidades y aspiraciones personales, relacionales y colectivas de las personas y las comunidades. Su abordaje en niños/as es un campo de investigación emergente que ha sido estudiado, fundamentalmente, desde una perspectiva adultocentrista. Esta investigación describe, de forma exploratoria, las percepciones del bienestar asociadas al tiempo libre de niños/as que viven en un campamento urbano en Viña del Mar, Chile. Es un estudio cualitativo, descriptivo y transversal que, desde un trabajo dialógico con niños/as, monitoras de una biblioteca popular e investigadoras, analiza el proceso de un mapeo fotográfico participativo. Los resultados derivados de un análisis temático evidencian que el bienestar de niños/as se vincula territorialmente con el uso del tiempo libre en actividades lúdicas, de cuidado y ocio. Los lugares de esparcimiento en el barrio son la quebrada, el parque y la biblioteca popular que son los temas que proporcionaron hallazgos más novedosos. Las implicancias de este estudio radican en que el bienestar asociado al tiempo libre son componentes importantes del desarrollo positivo de niños/as quienes son protagonistas de sus vidas.

La sociología de la infancia surge en la década de 1990 en Inglaterra y Noruega ( Qvortrup, 1994 ), y se desarrolla en América Latina (Voltarelli & Nascimento, 2019) y en Chile en décadas posteriores (Vergara, Peña, Chávez, & Vergara, 2015). Los estudios sociales de la infancia, la sociología de la infancia o los estudios de la infancia desde perspectivas feministas y discursivas se han constituido como campos interdisciplinarios teóricos y metodológicos relevantes en las ciencias sociales (García Quiroga, López, Calquín, & Salvo Agoglia, 2018). Montreuil, Bogossian, Laberge-Perrault, y Racine (2021) señalan que la investigación participativa con o por niños/as tiene beneficios en la promoción del bienestar y el florecimiento, así como la generación de conocimientos coherentes con la visión infantil.

Qvortrup (1994 ) sostiene que la infancia es un área legítima de estudio y, por tanto, otorga a niños/as un protagonismo que se había subsumido en otras preocupaciones teóricas o estructurales. Desde esta perspectiva, los/as niños/as son comprendidos como agentes por derecho propio, no son simplemente devenires humanos que deben ser entendidos en términos de su socialización o la preparación para la vida adulta. Además, tienen necesidades e intereses que pueden no ser compatibles con los percibidos desde la realidad de las personas adultas. Al respecto, Vergara et al. (2015) señalan que esta perspectiva releva las contingencias asociadas a las formas de investigar las temáticas ligadas a la infancia, cuestionando los modelos adultocéntricos y tradicionales de indagación.

El bienestar en la infancia es un tema de estudio emergente durante las últimas décadas, pero ha sido abordado, principalmente, con metodologías cuantitativas (Gross-Manos, Kosher, & Ben-Arieh, 2021; Oyarzún, 2019 ; Rees, 2017), desde una perspectiva que omite el reconocimiento de la agencia de niños/as. No obstante, a nivel internacional, una línea de investigación reciente ha reconocido la importancia de la incorporación de metodologías cualitativas (Fattore, Mason, & Watson, 2017), situando los ámbitos del bienestar. Desde esta línea, hay acuerdo en considerar que el bienestar de niños/as se vincula con sus percepciones acerca de sí mismos y de las relaciones en los espacios familiares, en la escuela y en su barrio (Crivello, Camfield, & Woodhead, 2009; Fattore, Fegter, & Hunner-Kreisel, 2019; Fattore, Mason, & Watson, 2007; Moula, Walshe, & Lee, 2021). En estos estudios los equipos de investigación adultos se han centrado en ámbitos escolares, desestimando las experiencias de niños/as en su entorno familiar y más aún en lo residencial.

Stoecklin (2021 ) subraya la naturaleza relacional del bienestar como proceso de interacción del niño/a con su entorno (amigos/as, ocio, escuela, barrio, entre otros). Esta perspectiva es complementaria a los planteamientos de Prilleltensky (2005 ) y Prilleltensky, Nelson, y Peirson (2001), quienes reconocen el bienestar como un concepto multidimensional y jerárquico que puede ser observado en los niveles personal, relacional y colectivo. Así, el bienestar individual solo puede estar garantizado a partir del nivel familiar, el que a su vez se relaciona con la comunidad a través de las oportunidades de empleo, el apoyo comunitario y los servicios sociales que están determinados por las políticas sociales y económicas a nivel estatal (Prilleltensky et al., 2001 ).

El bienestar infantil asociado al tiempo libre es una temática que ha cobrado relevancia en la investigación (Freire, 2013; Holder, Coleman, & Sehn, 2009; Raley, 2014 ; Sarriera et al., 2013; Trainor, Delfabbro, Anderson, & Winefield, 2010). Los estudios de tiempo libre enriquecen la comprensión de cómo niños/as experimentan el ocio en interacción con los demás, contribuyendo a uno de los debates clave en los estudios sobre la infancia ( Mukherjee, 2020 ). Así, el uso del tiempo libre es una expresión de actividades autocondicionadas y heterocondicionadas que se entrelazan en la vida diaria (Codina, Pestana, & Ponce de León, 2018; Sarriera et al., 2013) y en las que niños/as están involucrados de manera ineludible.

La investigación que explora las percepciones infantiles ha evolucionado hacia un reconocimiento de que niños/as tienen una visión sustancial de su bienestar (Andresen, Bradshaw, & Kosher, 2019). En este sentido, los barrios son el contexto inmediato en el que niños/as viven a diario (Coulton & Korbin, 2007). La interacción vecinal tiene importancia para su bienestar, debido a las oportunidades y limitaciones espaciales que esta impone a su desarrollo y buen vivir. El hecho de que los barrios son desiguales en diferentes dimensiones plantea la posibilidad de que el bienestar de niños/as difiera según el lugar de residencia (Sampson, Morenoff, & Gannon-Rowley, 2002). Al respecto, Malone (2015 ) recomienda poner atención en barrios marginales y el derecho de niños/as de habitar estos espacios en las ciudades.

Tradicionalmente, los estudios de bienestar han utilizado entrevistas individuales y grupales con niños/as (Fane, MacDougall, Jovanovic, Redmond, & Gibbs, 2020; Fattore et al., 2019) y se observa una relativa ausencia de técnicas participativas, lo que sugiere que otras temáticas que vinculan el bienestar con el tiempo libre podrían no ser visibilizadas. En este estudio, se utiliza el mapeo fotográfico participativo, reconociendo el valor de esta técnica, ya que facilita el contacto con la experiencia situada a nivel individual, grupal y territorial y permite la expresión verbal, visual y gráfica de niñas/os. A partir de esto, este estudio cualitativo propone describir las percepciones del bienestar asociadas al tiempo libre de niños/as que viven en un campamento urbano en Viña del Mar, Chile.

La relevancia de esta investigación radica en producir conocimientos sobre mundos vivenciales de niños/as, quienes son capaces de investigar su propio entorno, acompañados por adultos que facilitan la aplicación de una técnica cualitativa en su campamento. Lo anterior permite desarrollar otros estudios del bienestar y tiempo libre, donde niños/as sean protagonistas de su realidad y se integren de forma participativa lenguajes visuales, gráficos y verbales que son más cercanos a las experiencias infantiles.

El bienestar infantil se ha estudiado asociado a diversos ámbitos, entre ellos, el tiempo libre u ocio. El tiempo libre se refiere a las actividades que las personas realizan por elección —o libre de obligaciones— para su diversión, desarrollo personal y objetivos, y no para obtener ganancias o beneficios materiales (Puig & Trilla, 2000). El uso del tiempo de niños/as es más complejo porque está supeditado a la supervisión de adultos, cuestión que varía en función de su desarrollo, cuando son mayores y más autosuficientes. El grado en que progenitores fomentan la participación de sus hijos/as en actividades organizadas y estructuradas se constituye en otro ámbito de la crianza que se vincula positivamente al bienestar de niños/as ( Raley, 2014 ). Mukherjee (2020 ) propone un marco conceptual de tres géneros interrelacionados de ocio infantil, a saber, el ocio estructurado/organizado, el ocio familiar y el ocio casual, enfatizando que las actividades contenidas en cada uno dependen del contexto.

La relación entre bienestar y tiempo libre ha sido reportada en diversas investigaciones. Sarriera et al. (2013) señalan que adolescentes que realizan actividades físicas y de interacción social en su tiempo libre reportan más bienestar. Freire (2013) muestra que la satisfacción con el tiempo libre está relacionada con la posibilidad de desarrollar autonomía y la capacidad de elegir libremente actividades de interés, así como satisfacer las necesidades de afiliación, lo que lleva a un mayor bienestar y a satisfacer los intereses de contacto con el mundo exterior. Los estudios de Holder et al. (2009) y Trainor et al. (2010) muestran asociaciones entre mejores o peores niveles de bienestar, de acuerdo con diferentes tipos de actividades de tiempo libre, así como el interés en la realización de estas. También se ha reportado que la participación de niños/as en actividades extracurriculares ofrece una serie de beneficios como la mejora de su bienestar y éxito académico ( Raley, 2014 ).

Si bien estos estudios muestran la relación entre bienestar y tiempo libre, su alcance se ve restringido, dado que utilizan metodologías cuantitativas en que las percepciones de niños/as son capturadas a través de sus respuestas a encuestas elaboradas por adultos. Además, las teorías del tiempo libre u ocio están centradas en supuestos fundamentales del adulto y, por lo tanto, los estudios no han logrado entablar un diálogo sostenido con la sociología de la infancia. Así también, existe una notoria ausencia de teorías del tiempo libre u ocio centradas en el niño/a y la (in)visibilización de las jerarquías de poder basadas en la edad ( Mukherjee, 2020 ).

A la fecha, la revisión de la literatura nacional reporta un único estudio de Ramírez et al. (2018), quienes observaron que la satisfacción con el tiempo libre y recreación de niños/as chilenos/as está relacionada con la posibilidad de tener tiempo personal, así como reunirse con familiares y amigos/as. Desde este marco, se plantea la necesidad de indagar en las experiencias que rompen con los espacios rutinarios de niños/as. Los autores señalan la importancia de estudiar el bienestar asociado al tiempo libre de niños/as pertenecientes a diferentes contextos socioculturales, estableciendo significados comunes y particulares.

En Chile se han catastrado aproximadamente 822 campamentos, en los que habitan alrededor de 46.423 familias. En la Región de Valparaíso, las estadísticas evidencian que 11.228 hogares se constituyen en la condición de campamentos (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, 2019). Este estudio responde un vacío de conocimientos científicos a través del acercamiento al bienestar y tiempo libre de niñas/os desde sus propias voces situadas en un mismo entorno geográfico que es un campamento urbano chileno, uno de los hábitats invisibilizados en la investigación social.

Se empleó un enfoque cualitativo, exploratorio-descriptivo y transversal (Flick, 2019). Se buscó describir con precisión y fidelidad las percepciones de niños/as sobre el bienestar asociadas al tiempo libre, lo que se realizó durante un único periodo de tiempo en un campamento de la ciudad de Viña del Mar en Chile, accediendo a través de su biblioteca popular. El campamento se formó el año 2011 cuando las familias ocuparon o “tomaron” ilegalmente este terreno, ejerciendo su preferencia de localización geográfica en la ciudad. El campamento está ubicado a 40 kilómetros del centro de Viña del Mar, cuenta con 80 viviendas y una biblioteca popular que se constituye en uno de sus principales espacios de encuentro social.

Diez niños/as (cinco de cada sexo) de edades entre 8 y 12 años y de nacionalidad chilena participaron, voluntariamente, en la investigación. Con base en un muestreo intencional y por conveniencia, se invitó a participar a los/as niños/as siguiendo los criterios de inclusión: 1) edad entre 8 y 12 años, 2) vivir en el campamento hace más de cinco años, y 3) participar semanalmente en actividades de la biblioteca popular. Las monitoras de la biblioteca colaboraron, invitando a participar de la investigación y en el proceso de entrega del consentimiento y asentimiento informado de participación de cada niña/o, facilitando el reconocimiento y afirmación del carácter voluntario de su colaboración.

El mapeo fotográfico participativo (participatory photo mapping) es una técnica que integra el mapeo comunitario, la fotografía y las entrevistas a pie. La técnica incluye visitas con mapas y fotografías dirigidas por niños/as para involucrar activamente a estos en una valoración del entorno físico y social de su barrio (Dennis, Gaulocher, Carpiano, & Brown, 2009; Richardson, Pickus, & Parks, 2019). Teixeira, Hwang, Spielvogel, Cole, y Coley (2020) explican que, con el mapeo fotográfico participativo, las personas indican dónde ocurrió la experiencia a través del mapa, cómo se ve la experiencia a través de fotos o dibujos, y cómo se desarrollaron las experiencias a través de las entrevistas (a pie) individuales o grupales. En este contexto, se reconoce como una técnica que entrega a niños/as un rol protagónico en la producción de datos.

La primera sesión del mapeo fotográfico participativo se realizó con niñas/os, investigadoras y monitoras de la biblioteca popular para informarles del objetivo del estudio y los principios éticos de su participación. En la segunda sesión, se realizó un recorrido a pie por el campamento con un mapa impreso, sobre el que niños/as dibujaron elementos libres y simbólicos. En la tercera sesión, se les solicitó que hicieran un recorrido similar y con una cámara fotográfica hacer la captura de, al menos cinco fotos. En esta instancia, investigadoras y monitoras de la biblioteca acompañaron a niños/as, dividiéndolos en cuatro grupos para realizar las entrevistas, con las siguientes preguntas guía: ¿qué haces en tu tiempo libre en el barrio?, ¿qué lugares son los que más o menos te gustan de tu barrio?, y ¿qué lugares están asociados a tu bienestar? Posteriormente, en la biblioteca cada niño o niña mostró sus mapas, fotos digitales y relató lo que fue registrando en su recorrido a propósito de las preguntas guía.

Las investigadoras se contactaron con monitoras (estudiantes secundarias y universitarias) de la biblioteca popular, quienes facilitaron el contacto con niños/as y sus familias. Los protocolos éticos de investigación fueron aprobados por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y se siguieron recomendaciones éticas de la American Psychological Association (2017). Se solicitó a madres, padres y/o tutores la revisión y firma del consentimiento informado en sus hogares. Con los/as niños/as se realizó una reunión inicial para presentar el asentimiento informado. En este estudio con la técnica de mapeo fotográfico participativo, se trató de evitar la participación simbólica de niños/as, y abordar cuestiones relacionadas con la dinámica de poder adulto-niño/a (Montreuil et al., 2021 ). En este sentido, investigadoras y monitoras de la biblioteca facilitaron la expresión y la autenticidad de las voces infantiles durante el mapeo fotográfico participativo. En las transcripciones de entrevistas a pie se asignaron pseudónimos para resguardar la confidencialidad y anonimato de niños/as.

Los datos cualitativos se analizaron mediante análisis temático (Braun, Clarke, Hayfield, & Terry, 2019). El análisis temático permitió un proceso estructurado y sistemático de interpretación de datos visuales, gráficos y verbales, manteniendo flexibilidad para adopción de temáticas emergentes y se realizó con el apoyo de NVivo 12 Plus. El análisis temático facilitó capturar temas de conjuntos de datos cualitativos con los que se orientó la saturación de datos, referida a la redundancia de la información, o la recolección de datos hasta que no aparecieran nuevos antecedentes para la generación de temas (Braun & Clarke, 2006).

Este análisis fue realizado por un equipo de dos investigadoras, buscando responder a los criterios de rigor que guían la investigación cualitativa. En particular, para dar respuesta a la confirmabilidad referida a visibilizar el rol de las investigadoras durante el trabajo de campo e identificar sus alcances y limitaciones. Además, se aplicó el criterio de reflexividad, el que facilitó a las investigadoras estar conscientes de sus planteamientos y las perspectivas con las que abordaron las temáticas (Tsang, Liu, Hong, & Scholars, 2019).

Con el mapa o plano del campamento entregado en papel por el equipo de investigación a niños/as se inició la técnica con dibujos y escritos sobre el mapa. El bienestar, en este sentido, fue reconocido en torno a la posibilidad de reunirse con sus amigos/as durante el tiempo libre que pasan en la casa, la biblioteca y la escuela (lugares cerrados), la cancha, la quebrada y la zona de juegos (lugares abiertos) que son su entorno físico y natural más cercano.

En la figura 1 , el mapa de una niña destaca su casa y las de sus vecinos/as, la biblioteca popular y los alrededores que representan los espacios interiores y exteriores. Se observa cómo el mapa con dibujos y escritos representa “mi barrio”, además del camino que recorren niños/as desde su casa hacia la biblioteca a través de una ruta directa por una calle de arcilla. En la figura 2 , el mapa de un niño muestra dibujos y escritos relativos a la “quebrada” y la “cancha”, vale decir, el acceso a los espacios verdes y al aire libre que ofrecían posibilidades de relajación, creatividad y juego, esencialmente, oportunidades de bienestar asociado al uso de su tiempo libre.

Durante los recorridos realizados, se observó que la vida de niños/as en el campamento se desarrolla con un ritmo intenso, circulan personas, vehículos y animales. Los espacios público-privados se sostienen en un suelo arcilloso que se desplaza, por contacto, a todos los cuerpos, incluso superando sus límites geográficos, por su movimiento a través del aire, sirviendo de contexto para situar la cercanía de espacio urbano que colinda con la vida del campamento. Los materiales de construcción y equipamiento de la mayoría de las viviendas son básicos, evidenciando las condiciones de pobreza material en que se desarrolla la vida en el campamento. No obstante, desde los ojos de niños/as, se constituyó en un espacio apacible, iluminado y colorido, lo que se destaca por sobre la precariedad. Las figuras 3 y 4 son fotografías capturadas por niños/as al relacionar el bienestar con el tiempo libre y que muestran los espacios comunes, de juego y recreación y las personas significativas.

En el campamento las actividades en espacios naturales se constituyen para niño/a como posibilidades de disfrutar del tiempo libre en conjunto con sus familias y amigos/as. Este es un valor que reconocen explícitamente, situando su bienestar en las experiencias de juego y convivencia que se desplazan a los entornos cotidianos de su vida en el barrio. El acceso a la quebrada en el campamento es uno de los lugares al aire libre favoritos para niños/as, que, si bien es de difícil entrada, en su recorrido destacan las posibilidades que tienen de saltar y ejercitarse. En la figura 5 se muestra cómo niños/as transitan por la quebrada. En la siguiente cita se ejemplifica la relación del bienestar con el tiempo libre en la quebrada de su barrio.

Entrevistadora: ¿Qué lugares son los que más te gustan de tu barrio?

Niña: Ir a bajar a la quebrada con la Lucia y acá abajo hay como un rio chiquitito y hay unos árboles quemados

Niño: ¿Es por donde fue el incendio?

Niña: No. No es por ahí porque el incendio fue más arriba, ahí esos árboles fueron porque cuando hubo un incendio, pero estaba de noche, era un domingo

Niño: Yo sé hacer mochilas solo tienes que ponerte una bolsa atrás (diálogo con niño de 8 años).

El uso del tiempo libre con paseos fuera de sus hogares, al aire libre y en contacto con la naturaleza, es mencionado como una importante fuente de bienestar relacional y colectivo por niños/as del campamento. Es una actividad de tiempo libre que requiere salir del hogar, donde el parque juega un rol fundamental, siendo un posible escenario de actividades como el deporte, los juegos infantiles, el descanso, la vida social, entre otros. Esta actividad de tiempo libre exterior facilita la expresión del bienestar de un niño junto a su madre, padre y hermanas. En este sentido, el parque muestra cómo, progresivamente, niños/as van usando y disfrutando de su tiempo fuera de su barrio.

Entrevistadora: ¿Qué lugares están asociados a tu bienestar o sentirte bien?

Niño: El parque. Si el parque que queda a 15 minutos de acá

Entrevistadora: ¿Con quiénes vas al parque?

Niño: Con mi familia

Entrevistadora: ¿Quiénes son tu familia?

Niño: Mi papá, mi mamá y mis hermanas

Entrevistadora: ¿Cuántas hermanas tienes?

Niño: Dos

Entrevistadora: ¿Tus hermanas son más grandes que tú?

Niño: No una es más chica que yo, y otra es más grande que yo (diálogo con niño de 9 años).

Hacer deporte es otra de las actividades con mayor uso del tiempo libre en niños/as asociada al bienestar relacional y colectivo. De hecho, el taller de deporte facilitado por las monitoras de la biblioteca popular es el que recibe más reconocimiento entre niños/as como se muestra en las siguientes citas. Así también, la figura 6 muestra cómo en la cancha niños/as juegan fútbol durante el taller de deportes, lo que ocurre también fuera del taller cuando se encuentran espontáneamente y comienzan a jugar con la pelota.

Entrevistadora: ¿Qué haces en tu tiempo libre en el barrio?

Niño: Deportes, fútbol y talleres de deportes

Entrevistadora: ¿Tú crees que te sientes bien haciendo deportes?

Niño: Sí y todos los niños (diálogo con un niño de 12 años).

En la biblioteca popular emerge la posibilidad de bienestar con otros/as, sus amigos/as y vecinos/as, lo que adquiere un protagonismo central en lo que ellos/as consideran como el uso de su tiempo libre. Participar en los diversos talleres de la biblioteca es valorado por los/as niños/as. Estas experiencias de participación social se constituyen en instancias de su cotidianeidad y justamente esta es la razón por la que, para indagar en el objetivo de la investigación, se recurrió a monitoras de la biblioteca.

Entrevistadora: ¿Qué hacen en la Biblioteca que te gusta más?

Niña: Los talleres

Entrevistadora: ¿De cuáles has participado?

Niña: Del esténcil, el taller ambiental, talleres para niños y el de música y el de ahora (diálogo con una niña de 10 años).

También se menciona en los diálogos que existe un club que es solo de niños en la biblioteca. Se muestra de forma incipiente cómo se reproducen los estereotipos de género, al diferenciar actividades de hombres y mujeres, como se observa en la cita, a pesar de lo que se muestra en las fotografías donde la cancha de fútbol es un lugar compartido por niños/as.

Entrevistadora: ¿Participas de los talleres que hacen acá en la biblioteca?

Niña: De todos. Yo me meto a todos. No me puedo perder a ni uno, hasta en el taller de fútbol estoy.

Entrevistadora: ¿Juegas bien?

Niña: Juego mejor que mi hermano, pero en un club no me dejaron meterme porque dicen que yo soy mujer. El club es solo de hombres. Me voy a tener que meter en un club de mujeres ahora (diálogo con una niña de 11 años).

En el campamento el uso intensivo del tiempo libre en espacios abiertos y cerrados como la biblioteca popular es lo más valorado en relación con el bienestar. El poder realizar actividades para jugar o divertirse, de manera libre se constituye en una instancia reconocida dado que, en sus hogares, no se les permite ocupar frecuente los espacios, ya que la vida familiar se desarrolla en contextos de hacinamiento.

En el campamento la mayoría de los/as niños/as asisten a la misma escuela que se ubica cerca de sus casas, así que se perciben visualmente en el día a día, a lo lejos y después de la carretera. Su tiempo libre es significado en este escenario y sus diálogos discurren con las preocupaciones sentidas, develando las condiciones de necesidad y carencia que experimentan. El recreo en la escuela emerge una como una posibilidad concreta de desarrollar actividades lúdicas, revelando la necesidad de participar de ciertas conversaciones y poder elegir sus compañías de juego. También son mencionadas actividades que refieren a juegos clásicos de la cultura popular chilena y en ellas emergen algunos de sus percepciones compartidas. La cercanía física y afectiva entre niños/as se conecta con su acontecer en la escuela en tanto compañeros/as que destinan parte del tiempo libre para jugar juntos.

Entrevistadora: ¿Qué es lo mejor del tiempo libre?

Niña: En la escuela, cuando puedo estar con mis compañeros, con los que más juego.

Entrevistadora: ¿A qué juegan?

Niña: A la escondida, a paco paquito-ladrón, a la pinta, una vez jugamos al vendedor (diálogo con una niña de 10 años).

Además, el tiempo libre asociado al bienestar se utiliza para fortalecer relaciones de colaboración, solidaridad y apoyo mutuo entre pares. Se valoran las labores de cuidado o prácticas de ayuda mutua que, tras su jornada en la escuela, son disfrutadas en su cotidianeidad por este grupo de niños/as a pesar de sus condiciones de pobreza. Estos diálogos reflejan un sinnúmero de percepciones que desplazan la cotidianeidad y experiencias de la niñez en campamento; tal vez el más importante y claro, es la necesidad de realizar estas actividades en plural, pues el tiempo libre y el bienestar en el hogar es connotado, la mayoría de las veces, en asociación a otros, sus amigos/as. La siguiente cita es un ejemplo:

Entrevistadora: ¿Cuándo juegan, en el recreo o después de clases?

Niña: En el recreo y antes de clase.

Entrevistadora: ¿Qué más hacen?

Niña: Ahora en la escuela estábamos recaudando fondos para un compañero y vendimos unas cosas que teníamos. La mamá no tiene dinero suficiente, entonces estamos ayudando (diálogo con niña de 10 años).

Las niñas mencionan que en su hogar pueden jugar con sus mascotas o animales, escuchar y bailar al compás de la música y con esto la posibilidad de realizar juegos, sostenidos en tiempo, y en los que aprecian el disfrute de experimentar con su entorno cercano y su propio cuerpo. Así, las niñas tienen la oportunidad de realizan actividades lúdicas en las que el movimiento —el baile— les permite compartir y disfrutar con sus amigas. También el juego con los caracoles refleja la posibilidad de realizar, en la práctica, actividades individuales que les gustan y les permiten sentirse conectadas consigo mismas. A continuación, se representa el devenir de niñas en sus hogares a través de las siguientes citas:

Entrevistadora: ¿Qué haces en tu tiempo libre?

Niña: Jugamos a andar en patines de cuatro ruedas que las dos tenemos.

Entrevistadora: ¿Cómo lo hacen?

Niña: Andamos en patines en su casa. Ponemos canciones en youtube, porque ella tiene internet, y empezamos a bailar las canciones (diálogo con una niña de 9 años).

Entrevistadora: ¿Cuáles son los caracoles con los que juegas en tu tiempo libre?

Niña: Los caracoles los saco del jardín de allá. Después le muestro. Tengo una cuestión así llena de caracoles…

Entrevistadora: ¿Qué más haces con los caracoles?

Niña: Hago baba y me la hecho en el cuerpo.

Entrevistadora: Eso parece que es muy sano.

Niña: Sí. Además, me gusta mucho (diálogo con una niña de 9 años).

Los niños destacan los juegos de video entre amigos y los regalos como sus principales anhelos. En este sentido, resuena la relevancia que adquieren los hábitos de consumo implantados culturalmente en el devenir cotidiano y que aparecen retratados en las citas de las entrevistas a pie. El bienestar se asocia con la posibilidad de contar con regalos —bienes de materiales y de consumo— que les permiten concretar espacios de juego en el hogar, aspecto que se afirma en “la felicidad” de poder compartirlos con sus amigos/as. En su conjunto, estas actividades vinculadas con el uso del tiempo libre en el hogar implican diversión vinculada a lo material, personal y relacional en su entorno físico más cercano, lo que a su vez fortalece lazos de amistad entre pares, ocupando un lugar especial en el desarrollo de sus vidas cotidianas.

Entrevistadora: ¿Qué actividades crees que van súper bien para ti en este momento de tu vida?

Niño: El Playstation, la navidad y el Halloween.

Entrevistadora: ¿Qué sientes en esos días o por qué te sientes tan bien?

Niño: Los regalos, porque me encantan los regalos y la Playstation 4

Entrevistadora: ¿Que sensaciones sientes?

Niño: Estoy súper feliz porque puedo jugar con mis amigos (diálogo con un niño de 8 años).

El bienestar asociado al tiempo libre también emerge a partir de la posibilidad de elegir con quién estar. En la siguiente cita, se observa cómo la naturalización del rol de cuidador de un hermano menor no es percibida de forma negativa por la niña; mostrando, en su lugar, cómo el bienestar surge de la conexión afectiva que se construye en los espacios de cuidado. En este sentido, parece importante destacar el valor positivo que su protagonista devela, pues la opción de elegir también le sirve para diferenciar la incomodidad que reconoce en la interacción con su hermano mayor. Así, el bienestar, más allá de las condiciones estructurales de carencia que les toca vivenciar, es construido por niños/as del campamento, a través del reconocimiento positivo de los espacios que les permiten conectarse con otras personas y en torno a las cuales es posible identificar acciones de cuidado mutuo.

Entrevistadora: Con tu otro hermano ¿sí te gusta estar?

Niña: Ah sí, con ese sí. Casi siempre lo cuido, tiene un año tres meses.

Entrevistadora: ¿Qué es lo mejor de tener un hermano chico?

Niña: Que lo puedo apapachar.

Entrevistadora: ¿Cómo es apapachar?

Niña: Que lo abrazo mucho. Me gusta estar con él y puedo estar mucho tiempo con él después de clases.

Entrevistadora: ¿Cuántos años de diferencia tienen con él?

Niña: 9 años (diálogo con niña de 10 años).

Por último, como se desprende de estas citas, otro de los hallazgos del estudio se refiere a la posibilidad de tener tiempo libre para estar en familia. Este hallazgo puede resultar contradictorio, ya que puede ser entendido, desde la mirada adulta, como una obligación familiar o, desde la perspectiva manifiesta de niños/as, como una actividad de tiempo libre asociada al bienestar.

El presente estudio tuvo como objetivo describir las percepciones del bienestar asociadas al tiempo libre de niños/as que viven en un campamento urbano en Viña del Mar. Nuestro estudio muestra, de manera exploratoria, una de las múltiples formas de hacer investigación con infancias que enfatiza la heterogeneidad de los mundos infantiles situándose en un contexto marginado socialmente como lo es un campamento urbano. El rol protagónico de niñas/as como actores sociales involucrados en la construcción de sus propias vidas, en la de las personas de su entorno y en la sociedad en la que viven, contribuye a los avances metodológicos de los nuevos estudios sociales de la infancia.

Los principales hallazgos de este estudio cualitativo se organizaron en temas principales que fueron distinguidos a través del mapeo fotográfico participativo y que pretenden ser un aporte novedoso al estudio con la niñez urbana en situación de pobreza desde los nuevos estudios sociales de la infancia. El bienestar y tiempo libre parecen estar vinculados a la percepción de poder elegir libremente las actividades que niños/as realizarán en su barrio, escuela y hogar. La posibilidad de tener la libertad de realizar actividades de tiempo libre que les gustan, como jugar solos o con sus amigos/as y vecinos/as, además de estar en la biblioteca popular, pasear en el parque o la quebrada se perciben como satisfactorias y emocionantes.

Las actividades de tiempo libre en el campamento fueron el tema principal, por cuanto fue el que más hallazgos reportó asociado al bienestar infantil. En el campamento, la biblioteca popular fue el eje articulador de las actividades de tiempo libre que realizaron niños/as. Para niños/as los talleres grupales fueron prácticas favoritas y agradables, siendo esta instancia significativa, pues permitió salir de sus hogares. Además, valoraron el fútbol en tanto juego como deporte independientemente de su sexo. Se apreció tener tiempo para jugar con otros/as amigos/as o vecinos/as porque permitió habitar los espacios abiertos del barrio desde la cotidianidad.

Estos hallazgos son similares a los reportados por Ramírez et al. (2018) respecto de que niños/as chilenos/as valoraron la posibilidad de encontrarse con amigos/as y realizar cualquier tipo de actividad, aunque indicaron que los juegos y las actividades al aire libre fueron las más vinculadas al bienestar. Así también, Fattore et al. (2007) y Crivello et al. (2009) señalan que el bienestar infantil está relacionado con la posibilidad de tener espacios físicos como parques y áreas verdes, que permitan el contacto con la naturaleza.

Otro tema que se describe en este estudio son las actividades con compañeros/as de la escuela que a la vez son vecinos/as. El contexto escolar funciona con clases, normas, horarios y en Chile las horas en la escuela son superiores al promedio de otros países de la Organisation for Economic Cooperation and Development (2019), por lo que se invierte mínimo de 38 horas semanales en la escuela. En las actividades de tiempo libre asociadas al bienestar se valoró la posibilidad de conocer y compartir con compañeros/as independientemente de las actividades que realizaron fuera del horario de clases. Se describieron actividades lúdicas y de cooperación entre vecinos/as del campamento, pero que desde una perspectiva adulta podrían ser entendidas como actividades escolares.

La relación entre el bienestar y las actividades de tiempo libre en el hogar fue el siguiente tema que reflejó el valor y deseo de realizar actividades lúdicas y de cuidado en el contexto familiar que facilitan estar más cerca y unidos con los miembros de la familia. Estos hallazgos son similares a los estudios de Crivello et al. (2009) y Thoilliez (2011 ), quienes mostraron que la relación cercana con la familia —y la posibilidad de reunirse al interior y exterior del hogar— parece ser central para el bienestar y el tiempo libre. Además de realizar actividades de tiempo libre en el hogar que van más allá de las actividades heterocondicionadas (Codina et al., 2018 ), por ejemplo, la tarea escolar o los deberes de la casa o actividades de ocio estructurado/organizado ( Mukherjee, 2020 ).

Desde las perspectivas de niños/as participantes de este estudio se destaca que el bienestar y el tiempo libre tienden a describirse más desde un ámbito público (barrio y escuela) que desde un ámbito privado (hogar y familia). Ramírez et al. (2018) plantean que la implementación de actividades en el ámbito privado se presenta como actividades secundarias en relación con el bienestar vinculado con las actividades al aire libre, lo que coincide con los hallazgos de nuestro estudio. Lo anterior también se encuentra en línea con lo reportado por Stoecklin (2021 ) respecto de la naturaleza relacional del bienestar como proceso de interacción del niño/a con sus entornos.

Esta investigación cualitativa destaca por el uso de la técnica del mapeo fotográfico participativo que promovió la agencia de niños/as a través del recorrido que realizaron por su campamento acompañados por monitoras e investigadoras. Teixeira y Gardner (2017 ) señalan que las observaciones que se logran con el mapeo fotográfico participativo serían difíciles de capturar a través de técnicas más tradicionales de investigación como la entrevista. En esta investigación el acto de caminar por el barrio como parte del proceso de producción de datos proporcionó la oportunidad de ver el contexto del campamento a través de los ojos de niños/as.

La participación de niños/as fue un ingrediente esencial para el éxito de la investigación en el campamento. Andresen et al. (2019), Montreuil et al. (2021) y Stoecklin (2021 ) coinciden en destacar que la inclusión activa de niños/as en la investigación permite identificar con ellos/as cómo quieren participar en la producción de conocimientos. En este estudio al utilizar los mapas, las fotos y las entrevistas, los/as niños/as dialogaron sobre las oportunidades que tenían de pasar tiempo solos y con personas significativas de su barrio, escuela y familia en actividades de disfrute, juegos y cuidado asociadas a su bienestar personal y relacional. Cada niño/a utilizó con frecuencia el mapa, la foto o la entrevista, evidenciado con qué lenguaje gráfico, visual o verbal se sintió más interesado/a para interactuar con monitoras o investigadoras.

La investigación también planteó un desafío en el sentido de idear formas que disminuyan la desigualdad de poder entre investigadoras adultas y niños/as, situándolos como sujetos activos en relación con su experiencia y como protagonistas en el proceso de construcción de conocimientos. Con el mapeo fotográfico participativo se buscó generar una forma de investigación cualitativa no directiva, flexible, abierta y potenciar las expresiones gráficas, visuales o verbales de niñas/os. En este sentido, los nuevos estudios sociales de la infancia insisten en que los equipos de investigación pueden actuar como aprendices en los mundos de las infancias, flexibilizando la relación pedagógica entre niños/as y adultos, evitando en lo posible dar instrucciones, para desarrollar una técnica como el mapeo fotográfico participativo, en que niñas/os pueden afirmar su agencia y lectura del mundo, además de proponer transformaciones en su entorno.

Aunque los resultados de este estudio cualitativo no son generalizables, se espera que sean en alguna medida transferibles a comunidades en condiciones de vulnerabilidad en Chile u otros países de América Latina, que son similares en cuanto a las desigualdades e inequidades de sus sociedades. Tal como señala Sampson et al. (2002), considerando que los barrios son desiguales en diferentes dimensiones, es posible que el bienestar de niños/as difiera según su contexto, en particular, un campamento urbano en el que se vivencian diferentes manifestaciones de la pobreza multidimensional. Parece relevante evidenciar que, a partir de la mirada y voz de los/as niños/as, el contacto libre con la naturaleza con sus pares y en familia parece ofrecer uno de los principales contextos de bienestar. Pensamos que esta puede ser una ruta de investigación comparada relevante, pues se relaciona directamente con los derechos a tener una vida segura y sana que se garantizan a través de la convención.

En este contexto, como futuras líneas de investigación se propone indagar en la relación entre el bienestar, el acceso y el uso de espacios verdes para niños/as. Es importante que existan en los barrios espacios verdes en que niñas/os pueden reunirse y realizar actividades al aire libre. Cuando los más jóvenes tienen la fortuna de disponer de esos lugares cerca de casa, hay más probabilidades de que pasen en ellos más tiempo, y no necesiten alejarse del barrio. Así también, otro tipo de espacios como plazas o locales en los que puedan coincidir con vecinos/as de distintas edades van a favorecer la comunicación intergeneracional y el conocimiento mutuo.

Finalmente, debe considerarse como limitación en este estudio que, después de que la biblioteca popular aceptara colaborar en la investigación, se obtuvo una muestra más pequeña de lo previsto según la cantidad de niños/as que vivían en el campamento. No obstante, las muestras pequeñas no son poco comunes en investigaciones cualitativas. A pesar del número de participantes, el tiempo de participación en la investigación fue sustancial. El compromiso de llevar a cabo la investigación se mantuvo y avanzó independientemente de la cantidad de niños/as participantes. En este sentido, estudios como el presentado en este monográfico pueden contribuir a abrir espacios de participación reales para los/as niños/as y aportar a su reconocimiento en el plano de la ciudadanía.