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in Revista Chilena de Antropología
La construcción del sujeto migrante en tiempos de (in)movilidades en América Latina
Resumen:
El presente texto introduce el dossier sobre sujetos migrantes de la Revista Chilena de Antropología. Este número especial tiene como problema central a los desplazamientos e (in)movilidades en América Latina, ante el aumento de las políticas de control migratorio en la región. Nos referiremos a la centralidad de analizar las migraciones recientes desde la Antropología y las Ciencias Sociales, mediante investigaciones que desde su dimensión epistemológica, teórica y metodológica desafíen la binaria noción clásica de “otredad”, para avanzar hacia un mayor entendimiento de los sujetos y las subjetividades migrantes.
LA PERSISTENCIA DE LA MOVILIDAD FRENTE AL CONTROL
Las crisis políticas, las guerras, los conflictos armados y la creciente inseguridad no son fenómenos nuevos en América Latina. Tampoco lo son las consecuencias que ello tiene sobre la población civil. A lo largo de toda nuestra historia, hemos estudiado y observado cómo los conflictos internos, los golpes de estado, las dictaduras militares, los conflictos armados han generado la salida y expulsión de población hacia diversos destinos en busca de una seguridad que les permitiera reiniciar sus vidas. Durante el siglo XX fuimos testigos del desplazamiento forzado de centroamericanos hacia Estados Unidos. En el Cono Sur fueron miles de argentinos, chilenos, uruguayos y brasileños quienes tuvieron que salir al exilio para resguardar sus vidas durante las dictaduras militares de los años setenta y ochenta. De manera más reciente, el conflicto armado en Colombia generó la expulsión de al menos tres millones de personas fuera del territorio de acuerdo con los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (2013). Hoy en día, son cerca de siete millones de personas venezolanas han tenido que salir de su país debido a la crisis económica y de seguridad que les aqueja (Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, 2024).
Si la movilidad humana en la región ha estado vinculada fuertemente (aunque no exclusivamente) a condiciones específicas de crisis políticas y económicas, ¿qué es lo nuevo que enfrentamos hoy día en relación con la migración? Ciertamente existen muchas continuidades respecto de los movimientos migratorios del pasado: la importancia de las redes sociales en la decisión sobre dónde y cómo migrar, la inserción en mercados laborales más precarios en el lugar de llegada, las dificultades que presenta el proceso de inserción social, político, cultural y económico, la importancia que adquiere la reunificación familiar, la formación de comunidades en el exterior, entre muchos otros aspectos. Sin embargo, hoy en día observamos determinadas condiciones que pueden dificultar estas trayectorias, complejizando no solo la inserción social, sino la profundidad que alcanza la exclusión y marginalidad de la población extranjera. Uno de los elementos que cambia las características de la migración actual, es el incremento del control migratorio que ejercen los Estados con el objetivo de definir quienes pueden ingresar a un determinado país y quienes no.
Este incremento en el control migratorio tiene efectos directos sobre las vidas de quienes toman la decisión de salir de sus respectivos territorios: genera mayor vulnerabilidad en el propio proceso de salida, dificulta e impide en muchas ocasiones migrar de manera regular y estigmatiza determinadas movilidades humanas, obligándolas a ubicarse en los márgenes de la sociedad, con cada vez menos posibilidades de desarrollar algún tipo de movilidad social.
En el caso sudamericano, las políticas migratorias han seguido las tendencias restrictivas y securitarias que se evidencian en el Norte Global (Guizardi, 2021). Es posible evidenciar a nivel normativo y discursivo el aumento de las barreras para la circulación de personas a través del continente, agudizando la tensión entre control y movilidad. Una tendencia que se ve de manifiesto en la última década con el aumento de la emigración venezolana hacia otros países de la región, y, posteriormente, como parte de las medidas de control socio-sanitario de la pandemia de COVID-19.
El incremento y ejercicio de un mayor control a la movilidad humana nos obliga a pensar y reflexionar en torno a las características más históricas de la migración: ¿Cómo es la actual inserción en el mercado laboral de la población que llega en condiciones de mayor precariedad? ¿Qué ocurre con la migración altamente calificada en estos contextos? ¿Qué sucede con las mujeres indígenas que migran en busca de oportunidades de trabajo, y que lo han hecho así durante décadas? ¿Qué sucede con el acceso a los derechos sociales básicos de una población altamente precarizada e irregularizada?
En las ciencias sociales en general, el límite entre el nosotras/os y la/el otra/o fue construido a partir de la noción de “comunidad nacional” como “comunidad imaginaria” donde el peso de las fronteras estatales ha sido una distinción coercitiva para las reflexiones. Sin embargo, los dispositivos como el color de piel, el idioma, el origen, las prácticas culturales y la religión evidencian que las fronteras no son fijas ni estáticas. Por ello, la cuestión de la fronterización en poblaciones en movimiento se torna un componente crítico para comprender las interacciones y relaciones sociales que se construyen en los contextos de llegada.
Lo anterior es el fundamento de este dossier de la Revista Chilena de Antropología. En el actual contexto de movilidad, nos preguntamos cómo se reconfiguran los procesos de inserción social, laboral, cultural de la población migrante, qué sujetos y subjetividades emergen en estas trayectorias.
El campo de estudios migratorios, étnicos, territoriales y medioambientales en las Ciencias Sociales se ha ampliado y, como consecuencia, hoy nuestras disciplinas están siendo presionadas para la comprensión de los nuevos fenómenos asociados. A partir de la acumulación de saberes conceptuales y técnicos en nuestras disciplinas, hoy podemos pensar, discutir y proponer la emergencia de nuevos sujetos y subjetividades.
El primer artículo, de Annika C. Hogan, Ana Karen Espinoza-Ortiz, Antonia Díaz-Valdes, Emnet Sisay y Teresita Rocha-Jiménez, se refiere a los vínculos entre salud mental y redes de apoyo, explorando cómo la religión y otras formas de apoyo social actúan como factores protectores de los síntomas de depresión. Para ello, utilizan una metodología mixta, con la aplicación de encuestas y entrevistas en profundidad a migrantes haitianos en Santiago (Chile) y en Tijuana (México).
En el segundo artículo, de Anna Peñuelas, la autora revisa las movilidades temporales de indígenas ngäbe de la Comarca Ngäbe-Buglé (Panamá) hacia Costa Rica, con motivo del trabajo agrícola estacional. En particular, el texto presenta los cambios y las continuidades en las relaciones de género de las mujeres que migran y en las que permanecen en la Comarca, dando cuenta de la importancia de analizar las temporalidades de los desplazamientos, movilidades e inmovilidades.El tercer artículo, de Maryoly Ibarra y Fernando Fischman, realiza un estudio etnográfico sobre las dificultades que presenta la inserción laboral de psicólogas/os venezolanos en Buenos Aires (Argentina). Se indaga en los procesos de “desprofesionalización” sufridos por ellos/as, con la incidencia que tienen las condiciones estructurales del mercado del trabajo en Argentina, así como también en los procesos subjetivos que experimentan estos/as profesionales producto de su movilidad.
El cuarto artículo, de Luis Briceño, revisa la urbanización periférica en Batuco (Chile) desde la relación entre migración y autoconstrucción. Las formas de habitar en estos asentamientos informales autoconstruidos (campamentos) resuelven de manera colectiva la necesidad de vivienda y también se vinculan con su acceso diferencial a la ciudadanía en el contexto chileno. Las tensiones entre movilidad e inmovilidad se hacen latentes por todas las dimensiones que rodean el proceso de construcción de una solución habitacional.
En definitiva, en este dossier presentamos abordajes desde la Antropología y las Ciencias Sociales que permitan acercarnos a los estudios recientes de migraciones y desplazamientos en América Latina. Vivienda, salud, trabajo, género y etnicidad son parte de los ámbitos comprendidos en los cuatro artículos incluidos en este dossier.
Pensar el sujeto y las subjetividades en contextos de (in)movilidades implica también repensar nuestras propias disciplinas. Superar los esquemas analíticos binarios de nosotras/os-otras/os en el campo de las migraciones supone comprender, con ello, que las subjetividades impactadas e interpeladas por estos tránsitos no solo son las de quienes migran, sino también las subjetividades de quienes atestiguan su tránsito.
Resumen:
LA PERSISTENCIA DE LA MOVILIDAD FRENTE AL CONTROL